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DaneFals97♥
Me llamo Daneska Fals, vivo en venezuela, valencia, tengo 13 años, signo leo, cumplo en 8 de el 8 (agosto) soy muy loca y rara segun mis amigos (ojo no soy anti-social sino lo contrario) pues yo prefiero leer a ver tv, dormir en ves de salir y cosas así que no van dentro de lo comun! XD.. adoro pasar tiempo con mis amigos y familiares. estar en la compu, leer y escribir, me fascina sobremanera cuando me llega una rafaga de inspiracion (mucha de ella basada en Edward o Jake XD..) gracias por visitarme y estar un rato en mi loka compañia! =)
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viernes, 3 de septiembre de 2010

ODIO X AMOR

Dislaimer: Todos los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es de PATTYMASSEN.



SOMOS ENEMIGOS


BELLA POV

Dos semanas habían pasado sin una sola noticia de mi Romeo, mi papá llegaba cada vez más tarde y de mal humor, el nuevo hospital pronto sería inaugurado y con él los dolores de cabeza de mi padre aumentaban. Ya ni siquiera había tocado el tema del compromiso o del matrimonio con algunos de mis pretendientes y eso me aliviaba, no quería revelarme pero lo haría de ser necesario. Ahora que amaba a alguien no iba a permitir que me casen en contra de mi voluntad.

Mike seguía siendo galante conmigo, invitándome a salir siempre, ahora lo veía más molesto que una mosca.

Esa mañana bajé a desayunar y me encontré con Leah, la hija de Sue, ella era un año menor que yo y éramos algo así como amigas aunque siempre se había mostrado arisca conmigo. Pero estas últimas semanas casi ni me hablaba.

-Bella tu papá dijo que esta noche irían a cenar en casa de los Black y que regreses pronto del colegio y te alistes.

-¿No dijo nada mas?

-No que yo sepa y si te refieres a tu compromiso, creo que tu padre tiene otras cosas más importantes en qué pensar- dijo en tono cortante.

-Leah ¿Cuándo es la inauguración del hospital?-le pregunté tratando de olvidar su mal humor.

-Es esta noche pero a ese evento no irá nadie en esta casa.

Salimos rumbo al colegio, era 1ro de Marzo y Lunes, no esperaba nada fuera de lo común. Llegué al estacionamiento como todas las mañanas y vi tres autos desconocidos. Nuevos estudiantes, mi corazón latió más aprisa. Me estacioné al lado del precioso Volvo plateado a su derecha estaba un enorme Jeep y más allá un Audi Azul. Mi camioneta parecía una cafetera vieja al lado de esos modelos del año.

Miré a Alice y Rosalie que me esperaban en la entrada con una sonrisa deslumbrante.

Leah como siempre se bajó sin despedirse y se fue.

-¿Ya te diste cuenta?- preguntó Alice eufórica.

-¿Serán ellos?-les pregunté.

-Yo apostaría que mi pirata es el dueño de ese Jeep enorme-dijo Rose muy segura.

-No los hagamos esperar-Alice entró rápidamente.

Caminamos por los pasillos mirando en todas direcciones.

-Tengo que retocar mi maquillaje, voy al baño-dijo Rose.

-Yo te acompaño-agregó Alice.

-Claro, déjenme sola- les dije aunque ni me oyeron, yo no tenía maquillaje que retocar aunque deseaba haberme puesto aunque sea un labial, el día de la fiesta había estado muy arreglada y ahora parecía una chica común. ¿Me reconocería? ¿Le seguiré gustando así?

Caminé hacia mi casillero para dejar algunos libros, había exagerado esta mañana con un par más, innecesarios para clase pero planeaba leer en los intermedios, era mi excusa perfecta para no ser abordada por Mike o Jacob. Romeo y Julieta se habían convertido en mi libro de cabecera otra vez como cuando tenía 15 años.

El primer timbre sonó y me asusté, caminé rápido y al doblar la esquina todo pasó muy rápido y me encontraba en el piso con los libros y cuadernos por todos lados.

-Perdón, no me fijé te ayudo- dijo una aterciopelada voz. Era él. Mi Romeo. Estaba recogiendo mis cuadernos y libros muy rápido, yo seguía sentada en el piso mirándolo sin moverme. Él reunió todo muy rápido y me miró, sus ojos se alegraron cuando se encontraron con los míos. Dejó los libros a un lado y se acercó a mí.

-Preciosa Julieta, te he buscado tanto- y se acercó más, mi corazón empezó a latir como loquito, estaba frente a mi, a unos centímetros. Escuchamos carraspear a alguien. El director. Mi cuerpo se estremeció.

-Sr. Cullen, ayude a levantarse a la Srta. Swan.

-Lo siento Sr. Fue mi culpa no me fijé por donde iba, creo que se ha golpeado- dijo él un poco confundido. Pero mi mente ya no pensaba con claridad. ¿Cullen? ¿Acaso había dicho Cullen? Recordé mi primer día en el pre escolar. El niño de ojos verdes.

-Entonces acompáñela a la enfermería- dijo el director antes de alejarse.

-¿Isabella Swan?- me preguntó ayudando a ponerme de pie.

-¿Edward Cullen?- le respondí sin pensar.

-Bella- dijo un tanto asustado, como recordando.

- Eddie- dije pasmada.

Un silencio nos sorprendió. Esto era realmente malo. ¿Por qué entre todos los hombres del mundo tenía que enamorarme del único que no debía? Se me congeló el cuerpo, al pensar en Charlie.

-No debemos ser amigos- dije despacio evitando su mirada.

-No somos amigos- respondió, tan preocupado como yo. ¿Acaso él también aceptaba nuestra enemistad de familia? ¿Me consideraría su enemiga?

-Que bueno que quede claro que no podemos…-pero no pude terminar.

-Somos novios- me dijo buscando mi mirada, sonreía tímidamente.

-No debemos continuar con esto, es peligroso-sentí que se rompía mi corazón.

-Preferiría morir a estar lejos de ti- me abrazó y fui débil, mi deber era cortar con esto que empezaba a nacer y estaba echando raíces, pero lo que sentía era mas fuerte que la razón. Lo abracé como si mi vida dependiera de eso. El pasillo estaba desierto, las clases habían comenzado.

-Si nuestros padres se enteran no viviremos para contarlo- le advertí.

-Entonces mi preciosa Julieta, nadie debe saberlo, seremos un par de desconocidos, yo te buscaré, estaré a tu lado todo el tiempo que pueda. Sólo espérame- Me dijo acercando su rostro al mío. Sólo un beso fugaz, me alcanzó los libros y corrió en dirección al otro pabellón mientras yo me dirigía a mi aula de clases. Llegué a la clase de literatura completamente ruborizada.

-Que bueno que llega Srta. Swan-la profesora era muy buena conmigo pero también muy estricta.

-Estábamos hablando sobre literatura inglesa, tome asiento.

Toda la clase sólo pude pensar en lo que había pasada y el miedo me invadía continuamente.



EDWARD POV

Sólo me costó dos semanas de ruegos, conocía el punto débil de Esme, mi madre. Cuando yo era pequeño se había ido a un congreso por una semana, cuando volvió me encontró enfermo de tanto llorar, se conmovió tanto que prometió no dejarme nunca más. Ya tenía 18 años y pensé que no funcionaría pero al final resultó. Mi padre se sintió conmovido de que mis amigos no me dejaran partir sólo, lo que él no sabía es que todo lo habíamos planeado cuidadosamente. A Emmet y a Jasper les fue más fácil, los padres de Emmet aceptaron porque les dijimos que ambos nos mudaríamos y el padre de Jasper ni siquiera preguntó. Y el colegio de Seattle ayudó mucho a nuestros planes, nos dieron los papeles de traslado al día siguiente de solicitarlo y nos despidieron con demasiada alegría, quizás habíamos sido muy traviesos después de todo.

Y sólo 14 días después de la fiesta ya estaba en Forks, rumbo a la escuela nervioso por volver a ver a mi Julieta. Llegamos temprano y nos estacionamos juntos, mis amigos también habían traído sus autos y viviríamos en mi casa hasta que terminemos el instituto, de allí en adelante nos iríamos juntos a la universidad. Salí de mi auto muy rápido, Emmet me detuvo.

- Oye Romeo mantén la calma, no queremos que sepan lo ansiosos que estamos.

Fuimos a la dirección y nos presentamos, nos dieron nuestros horarios Y salimos a recorrer la escuela, nos separamos para encontrarlas, faltaban más de 20 minutos para que empezaran las clases. Mis ojos la buscaban casi desesperados. Una rubia muy bonita me cortó el paso.

- Hola, ¿Eres nuevo? Soy Jessica ¿Puedo ayudarte en algo? Lo que necesites- prácticamente me acorraló, usaba una ropa que debería prohibirse en las escuelas. ¿Acaso esta chica no tenía frío? Todavía estábamos en invierno. Era bonita pero sin gracia ni dulzura y seguro con poco cerebro.

- Soy Edward Cullen, mucho gusto, estoy buscando a alguien- no dejaba de ver hacia los pasillos.

-Tal vez pueda darte lo que buscas- pero yo ya estaba corriendo porque la vi. pasar con dos amigas, una pequeña de cabellos negros y la otra rubia. Cuando llegué al lugar donde la ví, no la encontré, supuse que estaría cerca, dí varias vueltas y no la encontraba. El timbre sonó. Corrí, doblé una esquina demasiado rápido y choqué contra alguien, varios libros salieron volando, me apresuré a recogerlos, mientras me disculpé, seguí mirando al pasillo por si la veía otra vez, seguro que entró a clases, pensé. El último libro que recogí era Romeo y Julieta, mis ojos volaron hacia la chica con quien me había tropezado. Era ella, mi bella Julieta, estaba sentada mirándome con sus preciosos ojos. Dejé los libros a un lado y me acerqué.

-Preciosa Julieta, te he buscado tanto- quise besarla, abrazarla, me acerqué un poco y oí unos pasos, alguien nos estaba mirando.

-Sr. Cullen, ayude a levantarse a la Srta. Swan- uy el director. ¿Oh no, dijo Swan? ¿Swan?

-Lo siento Sr. Fue mi culpa no me fijé por donde iba, creo que se ha golpeado-

Dije como excusa, mis recuerdos llegaron como una visión, una niña preciosa. Me había enamorado otra vez de la misma chica. Por Dios y no de cualquier chica, era de la que no debía enamorarme. Pero no me importaba, esta vez no me separarían de ella.

-Entonces acompáñela a la enfermería- y se fue. Que bueno que este director no era como el otro de Seattle, ya me habrían puesto una papeleta.

-¿Isabella Swan?- le dije ofreciéndole mi mano para ayudarla a levantarse.

-¿Edward Cullen?- me respondió. Que bien se oía mi nombre cuando ella lo pronunciaba.

-Bella- siempre me gustó como sonaba su diminutivo, Bella, bellísima diría yo.

- Eddie- si me recordaba también, ese sobrenombre tonto de mi niñez lo había erradicado. Pero dicho por ella sonaba bien, no me importaba, así me llamara Cuasimodo yo la seguiría, le obedecería. Seguí mirándola intensamente

-No debemos ser amigos- dijo casi susurrando. ¿Que? A quién le importaba esas tontas rivalidades.

-No somos amigos- le dije, claro que no, éramos mucho más que eso

-Que bueno que quede claro que no podemos…-

-Somos novios- busque su mirada y le sonreí.

-No debemos continuar con esto, es peligroso- ¿Peligroso? Pensé. Claro que era peligroso pero sólo para mi, su padre era un enfermo que odiaba al mío

-Preferiría morir a estar lejos de ti- la abracé, quería sentirla entre mis brazos para estar completo, esa sensación de que algo me faltaba era insoportable, ella me correspondió y también me abrazó, se sentía tan bien.

-Si nuestros padres se enteran no viviremos para contarlo- dijo asustada.

-Entonces mi preciosa Julieta, nadie debe saberlo, seremos un par de desconocidos, yo te buscaré, estaré a tu lado todo el tiempo que pueda. Sólo espérame- le dije levantando sus libros del piso y le dí un pequeño beso en los labios. Salí corriendo feliz. Sabía que la quería y ella me correspondía, ya encontraría la forma de que estuviéramos juntos.

Encontré mi aula de clases y como era nuevo no me amonestaron. Las clases fueron aburridas hasta el almuerzo, sabía que la vería otra vez en el comedor. Rogaba porque tuviéramos alguna clase en común. Les conté a mis amigos nuestro pequeño problema.

-Esto es muy trágico- dijo Emmet preocupado.

- a que te refieres- le pregunté.

- ahora no se como llamarte, Edward, Romeo o Romedward- dijo carcajeándose.

- Eso no es divertido Emmet, sus familias se odian- dijo Jasper, al menos

El si me entendía –Pero Romedward suena bien- también se reía de mí. Vaya amigos.

-Gracias por su apoyo amigos, que haría sin ustedes- les reproché.

-Vamos galán, sabes que te apoyaremos en todo ya planearemos el modo de que se vean. Lo que no sabes es que vimos a nuestras musas hoy antes de clases. Mi rubia se llama Rosalie Hale y la duendecita de Jasper es Alice Brandon. Son vecinas y las mejores amigas de tu Bellieta- dijo soltando otra carcajada.

- Emmet, deja ya de reírte- me estaba irritando.

-Está bien hermano ya veo que el amor te estresa. No eres el único que tendrá que arriesgarse- no entendí a que se refería.

- Edward, los Hale, los Brandon y los Swan, tienen una empresa de seguridad, así que son muy unidos. Va a ser complicado si se enteran que vivimos con los Cullen- me aclaró Jasper –Esas viejas rivalidades me intrigan, debemos averiguar a que se deben, somos otra generación, no deberías arrastrar los odios de los demás- mi amigo tenía razón, fuera cual fuera la razón de aquel odio debía saberlo, a lo mejor se trataba de un malentendido o algún problema limítrofe.

De pronto las vimos entrar al comedor, sus ojos me buscaban, esquivó mi mirada pero sonrió. Sabía que la estaba mirando, era adorable. Se sentaron en una mesa cercana, casi podía oír sus voces. La pequeña hablaba de zapatos, la rubia de cuidados para el cabello pero mi Julieta, es decir mi Bella no hablaba, sólo me daba unas tímidas miradas de cuando en cuando.

Después de comer tuvimos clase de deportes. ¿A qué tonto se le habrá ocurrido poner esa clase cuando teníamos el estómago lleno? Después de cambiarnos y llegar al gimnasio junto a mis amigos vimos a las chicas. Cómo podría estar tan cerca de ella y no tocarla.

El profesor pasó lista como si estuviéramos en una escuela elemental.

-Ateara, Quil

-Black, Jabob

-Brandon Alice

-Call, Embry

-Clearwater, Leah

- Crowley, Tyler

- Chenney, Ben

-Hale, Rosalie

Recordaba a muchos de ellos, Black y su pandilla que trataron de golpearme. Rosalie era la rubiecita engreída que no quería jugar con nadie. Alice la pequeñita que danzaba y que iba al colegio con tutu. Como habían crecido pero Bella seguía siendo la más bonita.

- Newton, Mike

- Mallory, Lauren

-Stanley, Jessica

El molesto de Mike, la rubia que me cortó el paso era Jessica Stanley, la recordaba bien, su madre sufría de asma y mi padre era su médico, pasaba a dejarnos ricos postres como agradecimiento. 13 años no habían cambiado nada a Jessica seguía igual de molesta. Lauren era la niña que le había puesto el pie a Bella para que se cayera, se veía igual de fría.

-Swan, Isabella.

La única chica que quería mirar.

-Yorkie, Eric

-Webber, Ángela

Ah si, y por último tenemos tres nuevos estudiantes.

-Cullen, Edward, levanté mi mano mientras todos volteaban a mirarme con ojos sorprendidos. Allí estaba yo, el bicho raro, el enemigo de Forks y ni siquiera sabía porque.

-McCarthy, Emmet.

Em hizo un gesto de triunfo y algunos se rieron de él.

-Whitlock, Jasper

-Por favor jóvenes dejen de hablar. Sé que el almuerzo de hoy ha sido pesado-dijo frotándose el estómago, que tipo mas corriente. –Así que haremos algo ligero, formarán parejas para ping-pong. Mixto por favor. Hombre y mujer- aclaró al ver las caras de interrogación de algunos alumnos. Di unos pasos hacia ella, no sabía como pero quería que fuéramos pareja de juego. De pronto unos brazos me rodearon.

-Edward ¿serías mi pareja?- Jessica no perdía el tiempo.

-Aléjate Jess, que Edward y yo formaremos una pareja perfecta- Lauren llegó por el otro lado tomándome de un brazo.

A Bella no le fue mejor, Black y Newton estaban a su lado también peleando por ser su pareja.

-Ey Swan- grité

- Si Cullen- respondió.

- ¿Te atreves a jugar conmigo? Si tienes valor claro- la reté.

- Ya dijiste- dijo avanzando hacia mi.

Todos en el salón quedaron en silencio, las dos rubias me soltaron, Black y Newton me miraban con odio.

- Entonces ustedes dos inician. Vayan a tomar sus raquetas- indico el profesor.

Yo era bueno en este juego pero ganarle a Bella no estaba dentro de mis planes. Cuando estuvimos lejos de todos le susurré.

- Confía en mi Julieta, sígueme la corriente- Vi de reojo que sonrió.

Regresamos a la mesa y nos colocamos uno frente al otro. Yo saqué muy despacio aunque di la impresión de hacerlo con mucha fuerza, ella contestó muy despacio, apenas hizo un esfuerzo, hice un ademán de que me esforzaba en llegar pero no la alcancé. Muchos aplaudieron. Ella tomó el saque, y lo hizo con mucha fuerza yo me estiré para responderle y lo hice con mucha dificultad, aparentemente, ella aprovechó que estaba a un lado y remató hacia el otro, anotándose un buen tanto. Black gritó: "¡Vamos Bella!".

Fingí que me estaba costando trabajo ese partido, Emmet y Jasper me miraban sonriendo con sarcasmo adivinando mis intenciones. Después de más de 15 minutos Bella anotó el punto definitivo y ganó el juego, hubo muchos aplausos.

-Buen partido Srta. Swan, no le conocía esas habilidades- dijo el profesor dudando un poco.

- Ganaste por ahora Swan- le ofrecí mi mano, cuando me la estrechó sentí tantos deseos de tirar de ella y besarla pero usé todo mi autocontrol para no hacerlo.

- Cuando quieras Cullen- me respondió, se veía tan linda con esa mirada desafiante. Sabía que esto llegaría a oídos de su padre, era mejor que piense que no nos llevábamos bien y seguíamos la tradición familiar Cullen-Swan, que bien sonaba eso. Si, definitivamente era mejor esto a que sospechara que nos amábamos.

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Bueno chicas aqui les traigo otro capitulo de  esta historia tocaba ayer pero estaba ocupadita sorry =) espero que les gusteee mcuho por que la verdad a mi me gusta yo la leo con ustedess al igual jejejeje 


FELIZ FIN DE SEMANA

1 comentarios:

Ariusk dijo...

Ahy siii q inteligente x parte de esos dos fingir q se odian y son de un tiernitos!!! ya quiero saber q mas pasa asi q voy al q sigue!!

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