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DaneFals97♥
Me llamo Daneska Fals, vivo en venezuela, valencia, tengo 13 años, signo leo, cumplo en 8 de el 8 (agosto) soy muy loca y rara segun mis amigos (ojo no soy anti-social sino lo contrario) pues yo prefiero leer a ver tv, dormir en ves de salir y cosas así que no van dentro de lo comun! XD.. adoro pasar tiempo con mis amigos y familiares. estar en la compu, leer y escribir, me fascina sobremanera cuando me llega una rafaga de inspiracion (mucha de ella basada en Edward o Jake XD..) gracias por visitarme y estar un rato en mi loka compañia! =)
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viernes, 9 de julio de 2010

A través del Océano

Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a Stephanie Meyer y la historia es una traduccion de Tatarata.




Capítulo 9: Compra Impulsiva




Al despertar me sentí tan cálida. Estaba envuelta en su capullo de calor y un dulce olor llenaba mi nariz. Abrí mis ojos que ardían por la luz que podía ver sobre la mesa en frente mío. Cuando me concentré, recordé exactamente donde estaba y no pude evitar sonreír. Mi cara estaba seguramente situada en el pecho de Edward y sus fuertes brazos estaban bien enrollados alrededor mío. Dejé salir un audible y satisfecho suspiro mientras me ubicaba más cerca, envolviendo mis piernas alrededor de las suyas. Entonces lo sentí moverse, por lo que cerré mis ojos para parecer dormida. Edward se estiró y gruñó, sacándose el sueño. Bajó su mirada hacia mi y sentí sus labios en mi cabeza levantándose en una sonrisa. Envolvió sus brazos más firmemente alrededor mío y masajeó mi espalda tiernamente. Solté un pequeñito gemido por lo bien que se sentían sus manos contra mi. Él se detuvo y se inclinó hacia atrás para mirarme.



Abrí un ojo y lo vi mirándome fijamente, una expresión divertida sobre su cara. Cerré mis ojos y acaricié con mi nariz su pecho, causándole reírse ligeramente de mi. "Buenos días", murmuró.



"Buenos días," dije con una clara y suave voz. "Estuve despierta antes que tú. Apuesto a que mi falso sueño te engañó." Sin discutirlo él simplemente me hizo 'Mhm' y entonces puso su mano bajo mi mentón, levantándolo hacia su cara y dándome el más suave y dulce de los besos que se puedan imaginar.



Sabía que había una buena razón para venir a Inglaterra.



Hubiera estado perfectamente contenta quedándome allí por el resto de día si Esme no hubiera abierto la puerta en un intento de asustarnos y despertarnos. Ya estábamos despiertos, por lo que lo único que logró fue la parte del susto. Saltamos tanto que causó Edward se cayera de la cama, sólo su brazo y una pierna seguían sobre esta. Yo, estando firmemente atada a él, traté de enderezarme, pero de todas maneras caí debido a cierta clase de ímpetu... la cosa física de la inercia, supongo. En cualquier caso, caí justo encima de Edward. Esme dio un diminuto chillido antes de caer en risotadas y entonces Carlisle debió haber echado una ojeada también, porque lo escuchamos riéndose. La puerta se cerró y solté un irritado suspiro al mismo tiempo que Edward soltaba un gemido adolorido.



"¿Estás bien?" pregunté preocupada, ignorando el hecho de que estaba presionada contra él en todos los sitios apropiados. Vale... claramente no lo estaba ignorando. Edward gimió en incluso sollozó un poquito, mirando lastimosamente hacia el techo.



"Creo que me he lastimado mi colita," murmuró. Me mordí el labio para evitar reírme mientras me enderezaba sobre él y me inclinaba más cerca de su cara.



"Me gusta esa colita," murmuré. "Será mejor que no esté lastimada." Edward se giró hacia mí, mirando mis ojos con un extraño brillo en los suyos. Su boca se torció en la sonrisa más adorable que haya visto. Sonreí y entonces me incliné más para besarlo de nuevo.



"Muchísimas gracias por recibirnos, mamá," dijo Edward mientras guardaba en el carro nuestra maleta y los varios alimentos horneados que Esme y yo habíamos preparado esta mañana.



"Fue estupendo conocerlos," dije, dando un paso hacia ellos. Esme sonrió amorosamente y me dio un cálido abrazo, Carlisle se unió a el, y con una risa Edward también lo hizo. Éramos en una gran masa abrazada en el andén hasta que no pude respirar más.



"Eres una chica maravillosa, Bella," dijo Esme con una sonrisa brillante. "Estoy tan contenta de que Edward te encontrara." Carlisle envolvió su brazo alrededor de su esposa, acariciando su hombro suavemente.



"También estoy contenta que lo hiciera," le murmuré a ellos, girándome para ver a Edward caminar detrás de mí. Felizmente envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y me llevó al carro. Por la ventana gritó que amaba a sus padres y luego, expertamente arrancó del lado de la calle, siguiéndola a través de la ciudad y de regreso a la carretera.



Esta vez no se inquietó tanto con el CD.



Rosalie y Emmett nos estaban esperando fuera del apartamento de Edward para cuando llegamos. Ella me sonrió y corrió a abrazarme, susurrando en mi oído que sabía que estaba destinado a pasar. Edward y Emmett estaban hablando en suave mientras el abría la puerta.



"Entonces, ¿qué pasó?" preguntó Rose con una amplia sonrisa. Me sonrojé y colgué mi chaqueta, mis ojos desviándose a Edward poniéndose su suéter mientras caminaba a la sala.



"Estábamos 'besándonos' en frente de la casa de sus padres cuando ellos llegaron y nos atraparon," mascullé, sonriéndole. Los ojos de Rosalie se estaban salieron de su cara y luchó por contener la risa. Me reí nerviosamente y sentí mis mejillas volverse rosadas pero traté de mantener mis emociones a raya. Una rápida miradita me mostró que Edward me estaba mirando con una sonrisa feliz estampada en su rostro.



La siguiente semana con tres de mis cinco personas favoritas fue puro gozo. Fue romántico y cómico, y fue la época más saludable y feliz de mi vida. Realmente nunca me había sentido tan bien como cuando estaba con Edward y era sencillamente la forma en que me miraba, sonreía o el profundo significado de las pequeñas cosas que decía.



Rosalie estaba locamente enamorada, como Emmett. Un día, mientras Edward y Rosalie estaban comprando unos tiquetes, él se sentó junto a mí y me susurró que estaba completamente enamorado, y pidió mi permiso. Estaba eufórica por ellos. Tiré mis brazos alrededor suyo y di un gritito duro, atrayendo unas miradas curiosas. Emmett simplemente me dio su risa estridente y me abrazó. Edward y Rose regresaron con expresiones confusas en sus caras y Edward me hizo un pequeño puchero, afirmando que estaba asustado por si tal vez me gustara Emmett en vez de él.



Yo simplemente solté una risita y me paré de un salto, colocando mis manos en su cuello, atrayéndolo hacia mí para besarlo. Ese día tomamos un crucero por el Río Támesis. Me abrigaron bien contra el frío de otoño y vimos el magnífico paisaje por horas.



Mis partes favoritas eran cuando Edward se acercaba sigilosamente por detrás y envolvía sus brazos alrededor mío, dándome besos en el cuello y susurrando boberías en mis oídos.



Rosalie nunca pasó otra noche donde Edward, y yo nunca pasé una sola en el cuarto de huéspedes.



Fui con él al trabajo de nuevo, el día antes que tenía que irme, para desearle a Katie suerte y darle un enorme abrazo. Me quedé con ella mientras Edward iba a hablar con su jefe.



"¿Qué tal tu estadía en Londres?" me preguntó Katie. Me sonrojé furiosamente.



"Tengo más de lo que pude haber pedido," mascullé. Ella se rió tontamente y agarró mis brazos halándome dentro del comedor, donde sirvió una taza de té para ella y otra para mí. Tomé la cálida taza y la sostuve con ambas manos, dejando que el calor se colara entre mi piel.



"Así que, ¿Cómo es tu esposo?" preguntó Katie, levantando una ceja con una sonrisa pícara. Me reí silenciosamente, tomando un sorbo de la reconfortante bebida.



"Él es completamente increíble. No ha sido más que un caballero y creo que me gusta demasiado para el tiempo que tenemos permitido. Es completamente injusto tener que ir a casa mañana y dejarlo aquí. No quiero ir." Dije rápidamente. Katie se rió y se movió para recostarse a mi lado en la encimera.



"Comprendo a lo que te refieres. Emmett está verdaderamente hecho pedazos porque Rosalie se va, ella es una chica fantástica." Katie miró mi cara con una suave sonrisa. "Desearía que te pudieras quedar, se que seríamos grandes amigas si Edward no te cogiera para sí." Me reí con ella de nuevo.



"Se de lo que hablas, realmente no tengo que ir, pero necesito hacerlo." Ambos hicimos caras tristes y fue cuando... ¿Mike? Como recordaba, decidió hacer acto de presencia.



"Hola ahí chicas," dijo con una estúpida sonrisa en su cara, intentando hacer ver sus ojos misteriosos y sexys. Me burlé un poco y me giré antes de hacer que Katie y yo estalláramos en risas tontas. Tomé un sorbo con inocencia. Mike se paró en frente nuestro con las manos en sus bolsillos, viéndose muy confiado.



"Michael," dijo Katie en tono de negocios. "¿Te puedo ayudar?" Mike se encogió, intentando una despreocupación que le era imposible conseguir. Resoplé suavemente y me giré por segunda vez.



"Sólo me estaba preguntado si están libres esta noche," dijo, sonando como un completo indecente. Lo miré furiosamente. Por lo que él sabía, yo estaba casada con su compañero. En eso fue, precisamente, cuando Edward entró buscándome con la expresión más adorable en su cara. Bajé mi taza y la puse en la encimera antes de caminar hacia él con una sonrisa y estirarme para darle un beso en los labios.



"Lo siento Mike, pero estaré con mi esposo esta noche," Edward sonrió satisfecho y envolvió sus brazos alrededor mío, mirándome desde arriba. Katie le sonrió, casi viéndose triste por ello.



"Yo estaré con mi familia esta noche y no estaré disponible ninguna noche que tu lo estés," dijo ella cortante, antes de girarse y caminar fuera con nosotros. Me reí, dejando a un idiota sorprendido en el comedor y Edward frotó mi hombro mientras sonreía feliz. Katie empujó a Edward lejos y arrojó sus brazos alrededor mío.



"¡Te extrañaré, chica a la que casi he conocido!" dijo dramáticamente. Eso me hizo romper a reír histérica y después de unos cuantos más adioses, Edward y yo nos dirigíamos al elevador.



Nos encontramos con Rose y Emmett y pasamos el resto del día haciendo cuanta cosa turística en la que pudiéramos meternos en menos de veinticuatro horas, nos estuvimos despiertos hasta tarde y dormimos hasta la hora del almuerzo. Me levanté a mi misma a rastras de la cama y fui a la cocina a preparar el desayuno para Edward y para mí. Levanté la bandeja y la moví cuidadosamente a la habitación, poniéndola con cuidado en el piso mientras me montaba en la cama y encima de Edward. Me recosté encima suyo y le di suaves besos en el hombro, cuello, mejilla y finalmente encontré la sonrisa en sus labios mientras ellos se presionaban cuidadosamente contra los míos.



"Me gusta despertar así..." murmuró Edward. Di una risita y rodé de encima de él. Él suspiró triste mientras me inclinaba para recoger la bandeja, deslizándola cerca suyo y poniéndola en nuestros regazos. Edward me besó dulcemente antes que comenzáramos, terminando en tiempo record para acomodarnos en unos buenos y merecidos abrazos.



Pasamos la mayor parte del día hablando en la cama; tuve una pequeña epifanía de grandes proporciones. Pequeña en el sentido que solo duró un momento, porque yo casi sabía todo. Genial en el sentido que me di cuenta que estaba enamorada de él. Este increíble hombre, que simplemente se estaba recostando aquí, con un brazo alrededor mío en su cálida cama, charlando sobre cosas simples. Fue suficiente para hacerme consideras el dejar todo en casa para quedarme aquí. Pero estaban Alice y Jasper y el molesto y si. Y si: él no me amaba, no me quería aquí, estaba esperando a que me fuera, tenía miedo del compromiso, tenía piernas realmente flacuchas. Me empujé más cerca suyo, aliviada de encontrar que el últimos de los y si no era cierto. Edward me miró curioso y yo simplemente le sonreí, presionando mis labios contra los suyos.



Nos levantamos a rastras de la cama cuando Emmett y Rose llegaron. Me levanté y me bañé, empaqué mis maletas y alisté unas galletas para los chicos. Rose me estaba dando la expresión más triste que jamás haya visto.



"Estoy enamorada, Bella," murmuró en mi hombro mientras yo frotaba su espalda. "No quiero dejar esto. Él es tan perfecto... Gracias por traerme contigo."



"Oh, Alce Depresivo," mascullé, causando que Rose estallara en un ataque de risitas. "No me deprimas tanto."



"¿Por qué Alce?" preguntó, tratando de aliviar la situación. "¿Por qué no algo más delicado?, como un ratón depresivo." Rodé mis ojos.



"Los ratones son bichos infectados cuyos únicos propósitos son alimentar búhos y perfumes de prueba," dije sarcásticamente. Rosalie se burló.



"¡Los Alces son solo cosas gigantes con cuernos!" exclamó. Edward y Emmett nos examinaron curiosamente. Levanté una ceja, como si se necesitara un argumento.



Rosalie se ruborizó furiosamente, cruzando sus brazos con un 'hmmp'. "Cállate Bella, no digas nada."



Conducimos al aeropuerto en silencio. Rosalie y Emmett estaban susurrándose atrás, pero Edward y yo solo nos veíamos como si alguien hubiera atropellado nuestro gato. Lo miré por quincuagésima vez y envolví mi mano alrededor de la suya. Él me dio una miradita y sonrío acariciando mi mano con su pulgar. El aeropuerto estaba prácticamente vacío. Estaba tan extrañamente quieto, me sentí aterrada de entrar en ese avión.



No pasó mucho antes que nos llamaran para abordar nuestro vuelo. Edward se giró hacia mí con una expresión de dolor en su cara, mientras Rose y Emmett se decían el uno al otro cuando se amaban. Mi corazón estaba agrandándose mientras él se inclinaba hacia delante, tomando mi cara con una mano. Me besó dulcemente, nuestros labios moviéndose juntos gentilmente. Quise llorar. Él se sentía tan bien, tan perfecto. Nunca antes me sentí de esta manera. Aaron Greene en penúltimo año no se acercó nada a esto. Cerré mis brazos más fuerte alrededor de Edward y me moví lo más cerca que pude.



Cuando nos separamos supe que tenía que contárselo, antes que me arrepintiera, antes que me fuera sin saber cuando lo volvería a ver, aunque estaba segura que lo haría de nuevo. "¿Edward?" murmuré suavemente contra sus labios.



"¿Si?" preguntó calmado. Levanté mis ojos hacia los suyos, me miraba por debajo de sus pestañas.



"Te amo," susurré, mordiendo mi labio como esperaba por una respuesta. Sentí su respiración detenerse y una sonrisa se formó en su boca antes que me jalara más fuerte y me besara fervientemente. Sonreí ampliamente y envolví mis brazos alrededor de su cuello, disfrutando al máximo todo. Mi vuelo fue llamado de nuevo, justo cuando comenzábamos a parar. Edward gruñó triste y se alejó, tomando sus manos entre las mías.



"Te amo tanto, Bella," murmuró, besándome suavemente de nuevo. Pasé unos segundos más presionada contra él, besándolo; Rosalie no se había detenido con Emmett. Cuando llamaron por última vez a abordar, todos nos separamos.



"Te amo Edward," dije retrocediendo ligeramente. Él asintió y sonrió, pasándome mis maletas y apretando mi mano mientras me besaba por última vez, antes que caminara a través de la puerta y dentro del avión.



Rose y yo lloramos la mayor parte del viaje a casa. Y, aunque estábamos tan felices de ver a Alice y a Jazz de nuevo, extrañábamos mucho a nuestros chicos ingleses. Mientras Rosalie se bajaba del carro para ir a su apartamento, la miré y dije tristemente: "anímate, ¿quieres?" Ella comenzó a sollozar y subió las escaleras rápido. Alice me llevó personalmente, agradeciéndome por su vestido y susurrándome que vendría a verme mañana.



Colapsé en la cama, demasiado cansada para sentirme con insomnio, y soñé con Edward.



Riiing... Riiing... Riiing...



"¿Hola?" murmuré adormilada en mi teléfono. Le eché una mirada al reloj por debajo de mi cabello. 10 AM. Una sonrisita feliz sonó a través del auricular.



"Buenos días, Bella Durmiente," llamó Edward. Inmediatamente me relajé y sonreí. Eso era una reacción natural a su voz.



"Holas," dije. "Te extraño tanto. Rose y yo lloramos bastantito todo el camino a casa."



"Se a que te refieres," murmuró. "Emmett y yo no hemos sido los chicos más agradables todo el día." Suspiré.



"¿Estás en el trabajo?" pregunté. Edward hizo un sonido.



"Infortunadamente. Mike ha estado preguntando como ha estado mi esposa. Katie te extraña mucho."



"Ahh, dile a ella que yo la extraño más." Edward se rió.



"Sólo quería asegurarme que habías llegado bien a casa," dijo. "Realmente tengo que regresar a trabajar, pero ahora que estás despierta y en casa. Eso me quita mucha preocupación de encima." Sonreí. Él es tan dulce.



"Gracias," le dije. "Te hablaré luego, estoy segura." Edward se rió entre dientes. "Te amo," agregué.



"También te amo," dijo, y pude escuchar cada pizca de este en su voz.



Poco tiempo después de colgar, Alice irrumpió en el cuarto, recostándose a mi lado en la cama. El impacto me hizo volar hacia arriba, casi cayéndome. Estaba trepando de nuevo sobre el colchón mientras ella se reí tontamente de mí.



"Anímate Bella," dijo, tirando hacia abajo mis sábanas. "Se que estás locamente enamorada de tu pastelito inglés, ¡pero esta noche tenemos una fiesta de compromiso que alimentar! Necesitamos ir a comprar los víveres, quickly." Le arrugué la cara, pero ella apenas la ignoró y se escabulló a mi armario, sacándome un traje para que lo usara.



"Se ha vuelto bastante frío," murmuró, pasándome un par de jeans negros y un suéter azul largo. Me los puse mientras estaba de espaldas y tomé los accesorios que me pasó. Me estaba permitido, afortunadamente, simplemente usar mis tenis Converse fuera.



Alice y yo nos abrigamos bien contra el frío antes de dirigirnos a la van de entregas, nuestra favorita pieza de metal con el símbolo aterrorizante de la empresa, para conducir por la ciudad.



"Tendremos que recoger a Rosalie y Jasper de regreso a casa," dijo Alice mientras yo parqueaba en un lugar frente al supermercado. "Ellos han salido para escoger algunas cosas para la boda." Di grititos mientras ella brincaba en el carro y la empujé alrededor de la tienda.



Recibimos varias miradas rudas, Alice cubierta por la comida del carrito y todo, pero estaba teniendo demasiada diversión con mi mejor amiga para que me importara, afortunadamente eso alejó mi mente de cuan vacía me sentía sin Edward aquí, su fuerza, su hermosa voz acentuada diciendo cosas dulces o divertidas cerca de mí.



Estuve callada mientas fuimos a la caja registradora, pensando sobre Inglaterra y sus magníficos chicos. Alice atrajo mi atención de regreso justo cuando tenía que pagar mientras ella correteaba al carro con las bolsas. Dejé que mi mente caminara sin rumbo a una conversación que Edward y yo habíamos tenido sobre mascotas, y como sería una buena idea el conseguir alguna para que me hiciera compañía antes que estuviera de nuevo con Edward. Incluso discutimos nombres. Pensé sobre eso más y más mientras pasaba por las puertas automáticas y decidí que gastar una ridícula cantidad de dinero en alimentos de mascota era exactamente lo que necesitaba. Eso, y un pequeño animal que me hiciera compañía en la noche.



"¡Gatitos!" la voz de una pequeña niña decía desde fuera de las puertas de la tienda. Me congelé donde estaba y me giré hacia ella. Una niña estaba sentada al lado de una caja de cartón. A través de esta estaban escritas de manera descuidada las palabras "¡Gatitos Gratis!" y me sentí a mi misma sonriendo ampliamente. Me lancé al piso enfrente de la caja, tomando a la chica por sorpresa, estoy segura, mientas miraba fijamente a los más lindos y mullidos gatitos que haya visto.



"¡Son Gatos de Bosque Noruegos!" dijo ella con orgullo. "¿Quieres llevar uno a casa?"



"¡Definitivamente!" dije encantada, estirando mi mano hacia ellos. Hubo sólo un pequeño minino que vino rápido hacia mí, haciendo miau y rozando su cabeza en mi mano. La ventaja era cuan adorable era. Tenia patitas, pancita y nariz blancas, el resto de el estaba cubierto en una clase de rayas negras y cafés. Era divino.



"Es tan dulce," murmuré, levantándolo y acunándolo en mis brazos. La chica sonrió.



"El es el más pequeño," exclamó feliz. "Pero es muy amistoso y juguetón." Me reí porque el gatito se estiraba para jugar con mi cabello.



"¿Cuánto quieres por el?" le pregunté.



"¡No queremos nada!" un voz mayor dijo. Levanté la mirada para ver a quien supuse era la mamá de la chica y me paré, sosteniendo aún a la pequeña bolita de pelo.



"¿Estás segura? ¡Forestales Noruegos son gatos realmente hermosos, estoy segura que si estuviera en Noruega tendría que pagar una buena suma!" La mujer se rió.



"Esta camada fue un completo accidente entre dos de nuestros gatos. Sólo queremos que los gatitos vayan a un buen hogar." Sonreí, lágrima formándose en mis ojos mientras las abrazaba, cuidadosa de no aplastar a mi nuevo amigo.



"Muchísimas gracias," dije. "Esto significa tanto para mi, lo cuidaré realmente bien, ¡lo prometo!" La pequeña rió tontamente y acarició al gatito de despedida.



"¿Cómo lo vas a llamar?" preguntó. Sonreí y guiñé un ojo mientras presionaba un billete de veinte dólares en sus manos.



"Creo que lo llamaré Silvestre," dije. "Ese sería un bueno nombre, ¿cierto?" ella asintió, sus ojos brillando.



"¡Adiós Silvestre!" gritó mientras yo me alejaba. Solté una risita para mi y di un pequeño gritito mientras me apuraba hacia la van. Alice estaba sentada en el asiento del conductor, viéndose irritada porque tuvo que esperarme.



"¡Tenemos que ir a 'Mascotas y más'!" Exclamé. Me reí y dejé que Silvestre caminara por mi regazo, haciendo miau adorablemente. Alice chilló y lo levantó, acariciándolo y besándolo.



"¡¿Qué es esto?" casi gritó. Sonreí ampliamente.



"Sólo un impulso de compra."



"Recogimos a Rose una hora después, cuando habíamos comprado la comida, platos, basurero, una cantidad demente de juguetes y un gran tronco para afilar las uñas que parecía una casa con un poste gigante que salía de su cima (disculpen, en español no tiene nombre definido, ¡pero si existe!, se supone que los que tienen gatos saben lo que es xD) En casa, puse una sábana en un lado y Silvestre gateó inmediatamente dentro, enrollándose y quedándose dormido. Alice, Rose y yo nos extendimos en el piso frente a él, simplemente viéndolo dormir.



"Es tan lindo..." murmuró Alice.



"Me sorprende que no lo llamaras Edward," masculló Rosalie. Todas nos reímos. Jasper vino por la puerta en ese momento, mirándonos completamente confundido antes que le hiciéramos señas e hiciera 'ahhh' hacia Silvestre. Suspiré feliz y me paré de un salto, encendiendo mi computador para empezar una video llamada con Edward.



"Hola," dije feliz una vez me conecté con él. "Tengo noticias... ¡somos padres!" La cara de Edward fue cómica, no tenía idea de qué estaba pasando. Incliné la webcam del portátil hacia abajo, justo enfrente del gatito que miró hacia arriba por un momento, se estiró y luego se volvió a enrollar. Hubo un grupo de 'ahhhs' de parte de mis amigos y uno más de Edward.



"¡Es completamente estupendo, Bella!" exclamó Edward. "¿Cómo lo llamaste?"



"Silvestre," dije felizmente. "Sil por abreviatura." Edward me sonrió.



"Es un nombre perfecto," murmuró. Mi corazón latió errático por poder verlo de nuevo, pero ambos teníamos que irnos, trabajo por hacer.



Jasper se puso de píe con un suspiro, dando una palmada y caminando conmigo hacia la cocina pera empezar la comida. No fue mucho después que las chicas nos siguieron y comenzamos diligentes con el trabajo.



"Había extrañado esto, estar con mis amigos. Empezamos nuestra línea de producción para preparar los entremeses, pasando por diversas etapas en la línea. Habíamos terminado nuestra cuota cuando escuché un triste miau y me giré par ve a Sil parado a mis pies, mirándome con los ojos bien abiertos. Sin otro movimiento saltó, enganchándose en mi pierna y continúo para trepar mis pantalones. Comenzó a disminuir una vez alcanzó mi cadera y me asusto que se fuera a caer, por lo que me estiré y lo tomé, levantándolo más alto. Su diminuto y gracioso ronroneo llenó mis oídos mientas felizmente se ubicaba en mis brazos, esperando por algo de comer.



Todos mis amigos estaban mirando con unas expresiones en sus caras que me hicieron comenzar a sacudirme de la risa. Alice me miró rayado pero de todas maneras llenó el plato de Sil con comida y regresamos al trabajo, haciendo lo justo hasta que la fiesta estuvo apunto de iniciar.



Los vi arrancar rápido en la van, pero en vez de deprimirme en mi soledad por los alrededores de la casa, abrí una conversación con Edward y eché una hojeada alrededor por Sil, sintiéndome completa y contenta en ese momento.

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HOLA CHICASS!!! NO ESTA LINDO EL BLOG? MILES DE GRACIAS POR SU GRAN APOYO Y 100PRE ESTAR ALLI! SON UNOS SOLES!! BUENO ESPERO QUE LES GUSTE ESTE CAP.. VA DEDICADO ESPECIALMENTE A USTEDES!! MILES DE BESOS Y ABRAZOS DE OSO TIPO EMMETT! ♥

2 comentarios:

KRN dijo...

aaaaaaahhhhh noooooo porque se tuvieron que regresar, ahora se la van a pasar mal las chicas sin sus amores jejejejeje
me encanto el nuevo hijo de bella y edward aunque sea un gato

realmente tienes un gran talento como ador esta historia n_n

te mando muchos besos linda

Ariusk dijo...

Ummmmmmmm que hermosura de capi triste pero sumamente romantico apoyo a Krn es triste que se alla tenido que ir pero al menos se declararon jejeje y el hijito me parece muy tiernoooooo hermoso nena!! Felicidades de nuevo tanto por el capi como x el mes!! Besotes!!

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