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DaneFals97♥
Me llamo Daneska Fals, vivo en venezuela, valencia, tengo 13 años, signo leo, cumplo en 8 de el 8 (agosto) soy muy loca y rara segun mis amigos (ojo no soy anti-social sino lo contrario) pues yo prefiero leer a ver tv, dormir en ves de salir y cosas así que no van dentro de lo comun! XD.. adoro pasar tiempo con mis amigos y familiares. estar en la compu, leer y escribir, me fascina sobremanera cuando me llega una rafaga de inspiracion (mucha de ella basada en Edward o Jake XD..) gracias por visitarme y estar un rato en mi loka compañia! =)
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Gracias a el blog "Brndhuu Gallery" por el fabuloso diseño =)
miércoles, 23 de junio de 2010

GRACIAS A EL BLOG DE SOKALY POR ESTE GRANDIOSO PREMIO




Gracias Mariola y Ade por tenernos en cuenta con este hermoso regalooo =) Nos sentimos super felices y agradecidas la verdad que nos encanta tanto como su blog les mandamos un abrazo grandote ♥

Pasen el blog de ellas se los recomiendo sus historias arrancan mas de un suspiro y son unas chicas super simpaticas









Se lo damos ah:



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Los reyes Cullen


Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a Stephie Meyer y la historia es de Dayan Hale.


Capítulo 2.




La fiesta continuaba, los príncipes y los reyes continuaban en sus lugares sin moverse. Tras unas cuantas horas después los reyes se levantaron, se excusaron y se fueron a sus aposentos. Todos los presentes dejaron de bailar, los príncipes se levantaron de sus lugares y todos hicieron la reverencia correspondiente hacia sus reyes.



La reina Esme se acercó a sus tres hijos y los besó en ambas mejillas.



- Quédense unos momentos más y luego retírense a sus habitaciones – les pidió a los tres, ellos asintieron



Una vez que los reyes se hubieron retirado, la música comenzó de nuevo y la gente comenzó a bailar de nuevo, los príncipes siguieron en sus asientos. La pequeña Alice miró a su prometido con admiración y adoración, sin embargo él jamás respondía a sus miradas.



- ¿En Austria también celebran fiestas así? – preguntó la pequeña princesa



-Sí – respondió el príncipe fríamente.



Si algo resultaba frustrante para Jasper era que su prometida fuera una pequeña tonta e inocente, no podía haber nada peor. Por otro lado, a la pequeña princesa le dolía cada indiferencia de su príncipe. Las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, pero su madre la reina le había dicho que una princesa jamás llora en público.



-Alice retírate ya a dormir – su hermano mayor le ordenó cortantemente.



Alice asintió y se levantó. Podía ser que Edward fuera frío y egoísta, pero no cuando se trataba de su pequeña hermana menor. Sólo por ella sentía un poco de afecto y ciertamente la conocía lo suficiente como para saber que su hermana estaba a punto de llorar, aunque desconocía sus motivos.



Alice caminó por los pasillos hasta llegar a sus aposentos, una vez dentro, llamó a sus dos sirvientas y ambas la ayudaron a desvestirse, despeinarse y desmaquillarse. Una vez en su enorme cama y completamente sola, se echó a llorar. La pobre princesa deseaba un poco de atención por parte de su prometido y no sólo indiferencia.



Poco después de que Alice se fuera, Rosalie se excusó también y salió del salón de fiestas. Ella también ordenó a sus sirvientas que le quitaran el vestido y le deshicieran el peinado. Se metió a la cama con su delgado camisón de seda que dejaba al descubierto su hermoso cuerpo, cuando sus sirvientas se fueron, se quedó esperando a que él llegara a visitarla.



En el salón de fiesta los príncipes seguían mirando el baile de los cortesanos con aburrimiento. Jasper fue el siguiente en salir de ahí. Caminó por los pasillos hasta llegar a la habitación. Entró y cerró la puerta con seguro.



- Te esperaba – dijo la joven con una sonrisa coqueta e incitadora



El príncipe se comenzó a desvestir.



- Yo ya me retiro – Emmett se levantó de su silla y caminó con fluidez hasta la salida de la sala



Edward se quedó unos momentos más y después se fue también.



Bella estaba dormida cuando oyó la puerta abrirse y se despertó sobresaltada. Había una puerta que no había visto y por ella entró una chica de aspecto tímido, como los demás, ella traía un vestido igual al que Bella tenía colgado en su pared.



- Hola, lamento haberte despertado, pero quería conocerte – dijo la chica entrando de lleno a la pequeña habitación



- No, no te preocupes, soy Bella – se presentó la chica de ojos cafés.



- Hola, soy Angela y soy la sirvienta del príncipe Emmett – se introdujo la otra chica.



- Es un gusto conocerte – dijo Bella



Las dos chicas se quedaron platicando un buen rato. A Bella le agradó mucho Angela, era una chica tímida al igual que ella y no se metía en los asuntos de los demás. Platicaron acerca de la vida en el palacio. Angela era hija de la señora Weber y se había metido al palacio porque su madre no podía con los gastos y los otros seis hermanos de Angela.



Después de unas horas, cuando Angela se disponía a irse, entró por la puerta otra chica, su vestido estaba todo desarreglado y sus mejillas estaban completamente sonrojadas.



- ¡Qué hombre! – dijo la chica cerrando la puerta



- Bella ella es Jessica y es la encargada de las habitaciones del príncipe Jasper – las presentó Angela – Jessica ella es Bella, la nueva encargada de las habitaciones de Edward.



- Hola chica nueva – saludó Jessica sentándose en la cama y apartándose el cabello de los ojos - ¡uf! Hace calor ¿no creen?



Angela rió y Bella la miró con detenimiento, Jessica era ciertamente una chica con un cuerpo deslumbrante y no era fea. Bella se preguntaba si era posible que ella…



- Jessica suele ser muy…lanzada – explicó Angela – y ahora pasa casi todas las noches con el príncipe Jasper



- ¿no es él el prometido de la princesa Alice? – quiso saber Bella



- ¿y qué? Al príncipe le gusta divertirse y pues… - Jessica dejó la frase inconclusa



- Jessica le calienta la cama



- Oye, son las ventajas de estar donde estamos – argumentó Jessica. – además ¿quién crees que embarazó a la chica que estaba antes de ti?



- Exactamente como Bella pensaba, el príncipe Edward.



Las tres chicas se quedaron platicando y Bella se quedó pensando en lo que había dicho Jessica. Definitivamente tenía que aprender lo que sucedía en la realeza, no porque se quisiera acostar con ninguno de los príncipes, pero era bueno saber lo que ocurría.



Cuando las chicas por fin se fueron, le dijeron que sus habitaciones estaban conectadas, la de Bella con la de Angela y la de Angela con la de Jessica, por lo que podían visitarse de vez en cuando, cuando quisieran compañía, pues estaba prohibido que ellas salieran de ahí. Sólo lo podían hacer cuando fueran a hacer el aseo, pero era obvio que Jessica rompía esa regla.



Antes de quedarse dormida Bella agradeció no formar parte de la realeza, no le gustaría verse metida en los chismorreos del castillo.



A la mañana siguiente Bella se levantó muy temprano, se lavó la cara y se enjuagó todo su cuerpo con un trapo húmedo y luego se puso su nuevo uniforme, no le gustaba mucho pues le quedaba muy ajustado, la chica antes que ella debía ser muy chica.



Se asomó un poco por la puerta que comunicaba con los aposentos de Edward, el príncipe ya no estaba ahí. Bella entró rápidamente y se puso a arreglar la cama, recogió la ropa del príncipe y la llevó al centro de lavado.



Mientras le quitaba las pelusas a los tapetes, Angela llegó con ella y entre las dos terminaron de limpiar la habitación del príncipe. Cuando terminaron se reunieron con Jessica y las tres bajaron a desayunar.



Rosalie despertó esa mañana completamente exhausta, se tapó su cuerpo desnudo con la sábana y se puso a buscar su camisón. Ella no sabía a donde había ido a parar cuanto su visitante entró, se lo quitó y lo arrojó a otro lado mientras la besaba.



Cuando lo encontró llamó a sus dos sirvientas y ellas la ayudaron a vestirse con otro vestido rosa que realzaba su belleza.



- Buenos días su alteza – una sirvienta entró haciendo una reverencia



- ¿Qué pasa? – preguntó Rosalie con desprecio



- Lamento molestarla su alteza pero el príncipe Edward me pidió que le trajera esto – la sirvienta le dio a Rosalie una caja



La chica la tomó entre sus manos. Era una caja de madera con una joya incrustada. Rosalie la acarició por unos momentos y la abrió. Dentro había una rosa roja, una nota y un collar de perlas.



Para la princesa más hermosa de este mundo



Ni mil millones de joyas podrían igualar tu belleza



Edward



Rosalie sonrió complacida al ver las joyas. La puerta de su habitación se abrió y la figura de un hombre se recargó en el marco de la puerta.



- Retírense – les ordenó a las tres sirvientas y ellas, con una inclinación, obedecieron.



- ¿Dormiste bien? – preguntó Edward besando el cuello de su prometida



- Excelente ¿y tú?



- Dormiré mejor contigo a mi lado – respondió el príncipe dejando de besar el cuello de Rosalie y tomando el collar – espero que te haya gustado



- Es precioso, gracias – respondió Rosalie mientras Edward le ponía el collar.



- Me alegro – replicó Edward.



Rosalie se miró en el espejo, las joyas eran divinas y combinaban perfecto con su vestido. A través del espejo miró a Edward y le sonrió. Él la volteó hacia sí y la besó apasionadamente. La princesa respondió rodeando el cuello de él con ambos brazos. Edward la acostó en la cama y fue dejando un reguero de besos por el cuello, los hombros y las clavículas de su prometida.



Esa era la debilidad de Edward, su devoto amor por su prometida. Desde el momento en el que la vio por primera vez, Edward se prendó de ella, por su hermosura y su cuerpo de Diosa. Y claro, Rosalie sabía que Edward estaba a sus pies. Por ello le seguía la corriente en los encuentros que tenían, todo por ganarse aún más a su príncipe y tener la corona asegurada.



- Edward…basta… - Rosalie jadeó y apartó a Edward de sí.



- Como desees Rosalie, ya tendremos todo el tiempo del mundo cuando estemos casados – Edward se levantó y besó a su prometida en los labios nuevamente antes de irse.



"Eso es lo que tú crees" pensó Rosalie.



Jasper se despertó un poco tarde, las cortinas de su cama aún seguían cerradas. Se levantó de la cama y salió, desnudo como estaba, a su habitación. Abrió las puertas de su armario y se puso unos pantalones de cuero negro, unas botas y una camisa blanca que dejaba al descubierto su torso musculoso.



Tomó su arco y su carcaj lleno de flechas y fue al campo de práctica. Ahí se encontró con Emmett, que practicaba con los sacos marcados con círculos blancos y negros.



- Buenos días Emmett – saludó Jasper.



- Jasper – respondió el príncipe tensando su arco y poniendo otra flecha - ¿qué tal la fiesta eh?



- Pues, si me permites decirlo bastante aburrida – respondió Jasper probando su arco.



- Sí, estoy de acuerdo – Emmett lanzó la flecha y dio justo en el centro



Emmett y Jasper se quedaron practicando toda la mañana, fueron a desayunar y después practicaron con las espadas, sólo que esta vez Carlisle y Edward se les unieron.



Alice se levantó esa mañana sin ánimos, ya no sabía que hacer con lo de Jasper y decidió ir con su madre. Al llegar a sus habitaciones vio que su mamá estaba bordando junto con algunas cortesanas.



- Alice, querida ven y siéntate con nosotras – pidió su madre con la voz dulce que tenía.



- Mamá quería hablar contigo de algo muy importante – Alice le dijo a su mamá mientras se sentaba a su lado.



- Claro que sí querida, cuéntanos



- En realidad preferiría hablar contigo a solas – se explicó Alice un tanto sonrojada al ver a todas las mujeres ahí congregadas.



- Lo lamento querida en este momento no puedo – la reina dijo y Alice muy triste, se fue de ahí.



Mientras caminaba por los desiertos pasillos sus ojos se llenaron de lágrimas, últimamente estaba muy propensa a llorar y la soledad que sentía en ese enorme castillo la estaba cansando. Su padre no tenía tiempo para ella, su madre no se preocupaba por ella, sus hermanos casi nunca la veían, Jasper la ignoraba y Rosalie la miraba con desprecio.



No tenía ninguna amiga, todas las cortesanas sólo se iban con ella para poder estar en el castillo y poder toparse de vez en cuando con sus hermanos. Antes de llegar a su habitación vio a una de las chicas de limpieza salir de la habitación de su hermano. Debía de ser la nueva pensó Alice y luego vio a la chica estamparse contra una armadura. Alice no pudo evitar una suave risita.



- ¿Esa armadura se te puso en el camino? – le preguntó Alice a la chica, ésta muy avergonzada hizo una reverencia



- Su alteza yo… - intentó excusarse la chica



- No te preocupes, no le diré a nadie que te vi caminando por ahí tirando armaduras – la princesa rió.



- Se lo agradezco mucho su alteza, de verdad no volverá a ocurrir – la chica prometió.



- ¿cuál es tu nombre?



- Isabella, su alteza – respondió la chica.



Alice la miró era una chica muy bonita, demasiado bonita para ser de la servidumbre. Sus mejillas se habían teñido de rojo y a Alice la cayó muy bien. La chica se veía muy tímida e introvertida.



Bella estaba roja hasta la médula, no podía ser más tonta, tenía que equivocarse de puerta en el peor momento. Miró a la princesa, era una niña apenas y sus ojos estaban humedecidos por las lágrimas. Bella se preguntaba que podría hacer llorar a una princesa que lo tenía todo.



Pero ella no sabría eso, y en realidad no le importaba. Se disponía a regresar a su habitación cuando la princesa la llamó nuevamente.



- Isabella ¿podrías acompañarme a mis habitaciones? Mis sirvientas no están y necesito que alguien me ayude a arreglar mi cabello – Alice le pidió a la chica.



- Cla…claro que sí su alteza, lo que usted desee – respondió Bella.



Alice caminó hasta su habitación seguida por Bella. Al entrar a su habitación, Alice fue directo a sentarse a la silla frente al espejo. Bella se puso tras ella y comenzó a cepillar el cabello de la princesa.



- Isabella…es un nombre largo ¿cómo te dicen generalmente?



- Bella, su alteza – respondió la chica temerosa.



- Bella, me gusta como se te hace tu cabello, no es rizado y tampoco es lacio ¿podrías arreglármelo de la misma manera que tú?



- Sí así lo desea su alteza – respondió la chica.



Alice observaba a la chica con detenimiento, era callada, y hacía muy bien su trabajo.



- ¿cuánto tiempo llevas trabajando en el castillo? – preguntó Alice.



- Ocho años su alteza – respondió Bella y Alice la miró incrédula, la chica no pasaba los veinte años



- ¿cuántos años tienes Bella? – preguntó Alice.



- Dieciocho su alteza



- ¿trabajas desde los diez años?



- Sí, su alteza.



La chica era respetuosa, eso se lo reconocía pero era molesto que cada frase terminara en "su alteza". Cuando Bella acabó de peinarla Alice se miró satisfecha al espejo, se veía bonito su cabello.



- Te lo agradezco mucho Bella



- Es un placer para mí servirla, su alteza – respondió la chica con una reverencia.



Cuando Bella se fue por el corredor oculto que usaban los sirvientes, Alice tuvo una idea y fue con la señora Weber.

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ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO.. MILES DE BESOS Y ABRAZOS DE OSO TIPO EMMETT!! ♥

Ella marca la diferencia


Disclaimer: Todos los personajes a Stephanie Meyer y la historia es de Sorciere-Rouge.



Capitulo 2




-Jasper Whitlock, he estado esperándote durante mucho tiempo, pensé que no ibas aparecer jamás, he estado mucho tiempo sola sabes? Y la verdad no fue grato mi despertar-¿ pero como sabia mi nombre? Me pregunte pero no quise interrumpirla, su voz era increíblemente dulce, tuve el atrevimiento de mirar sus labios como bailaban con cada palabra, sus labios rojos y perfectos pero volví a posar mi atención en la conversación aunque al parecer había terminado su relato porque me miro con sus ojos…Salí nuevamente de mi trance aun tratando de ocultar mis propias emociones.



-señorita- susurre- ¿Cómo se llama?-



-soy Alice- pensé en preguntarle cómo era posible que me conocía pero su voz me volvió a interrumpir-pues bien, tengo la habilidad de visualizar el futuro Jasper, hoy cazaremos unos osos y después del anochecer viajaremos hacia un lugar en Washington, llamado Forks, hay nos encontraremos con los demás- en esa breve explicación habían varias cosas que no estaban en orden, pero estaba más impresionado por algo en particular ¿había escuchado bien? ¿Cazaremos osos?. Me mantuve callado nuevamente, la idea de cazar osos me parecía repugnante, maneje mis emociones para que Alice (ahora esta señorita ya tenía nombre en mis pensamientos) no sintiera esta confusión que me dominaba. Baje del árbol de un solo salto y me senté a los pies de un árbol, cabizbajo, fingiendo como si estuviera esperando todo aquello que había dicho.



Ella se sentó a mi lado, su cercanía no me molesto, seguía emanando las mismas emociones, con sus manos tomo mi rostro muy suavemente. En casi un siglo de duras batallas, enfrentamientos y cacería, nunca alguien me había tocado de esa manera el rostro. Alice me hizo sentir protegido. Con su dedo índice me toco la mejilla, su piel creó una descarga de energía en mi cuerpo, aunque mantuve la calma cerré los ojos, lentamente se fue acercando hacia mí, hasta poner su cabeza en mi hombro, pude así sentir mejor su aroma.



-Jasper-susurro, no conteste, no quería arruinar la calma en mi alrededor- te explicare…-suspiro- lo primero que recuerdo es el incontrolable dolor que había en mi cuerpo, la sensación de estarme quemando viva- su voz era lenta como una brisa pero a la ves cálida, me está relatando su transformación- ya sabes lo que se siente. Me hallaba sola, pensé que había muerto, pensé… solo supe que me encontraba sola, en las afueras de una cuidad, era de noche, pero tenía tanta sed, el ardor en mi garganta me había cegado cuando lo inevitable paso entonces tuve mi segunda visión, aunque en ese momento pensé que era parte del delirio, ante mis ojos estaba bebiendo la sangre de un hombre- sus emociones cambiaron a tristeza, sentí como todos los músculos de mi cuerpo se tensaron, apreté mis puños para dominar su emoción- no había pasado mucho tiempo cuando sucedió. Pude olfatear a no muy pocos metros de donde me encontraba un olor delicioso, corrí lo más rápido que pude ante este aroma, y me encontré después con todo lo que había visto con anterioridad- se apretó mucho mas junto a mí, para mí todo lo que había hecho era normal, pero su inocencia, su dolor, su compasión me tocaron. ¿Cómo era posible que existiera tanta ternura en esta mujer? Trate de consolar su dolor y manejar la situación, ella lo sintió de inmediato. Sonrió aun con su cabeza en mi hombro. Y yo me sentí mucho más feliz ella continuo- poco a poco comprendí que mis visiones se cumplían, entonces empecé a verte mas y mas en ellas, también a la familia Cullen, con ellos encontraríamos las respuestas a lo que somos, a ellos los buscaremos, son una gran familia y viven en una hermosa casa-ahora su voz empezaba hacer rápida- y realmente seremos felices Jasper, con ellos, Carlise es fantástico, su esposa Esme te encantara, esta Edward él puede leer los pensamientos nos llevaremos muy bien, y por ultimo Rosalie y Emmett, ellos son pareja, pero veras todo saldrá muy bien-



-entonces señorita, ¿usted puede ver el futuro?- pregunte sin querer moverme.



-si, Jasper- me dedico una brillante sonrisa- pero ya deberías decirme Alice, ¿no crees?, te he visto tanto en mis visiones que te aseguro que nos llevaremos muy bien. Tú fuiste mi primera visión, tu rostro sentando en la cafetería- no dude ni por un segundo de que ella fuera capaz de ver el futuro, no busque razón lógica para mi falta de incredulidad pero se tenso en mi cuerpo… ¿era posible que me conociera por sus visiones? Entonces esa voz en mi cabeza que trataba de ocultar, hablo, esa que algunos llaman conciencia pero la verdad había tratado de aplastarla tantas veces que se hacía cada vez más y más baja: ¿Ella sabría la clase de ser que soy?, ¿ella sabría que soy un monstruo? … una ola de pánico se apodero de mí. Si ese era yo y ella no parecía saberlo. ¿Y si cuando lo supiera se alejara de mi? No entendí porque ese pensamiento me produjo dolor físico, esa mujer que solo tenía horas de haberla conocido me hacía sentir mejor de lo que alguna vez recordaba. Me dije que era eso… si, anhelo de sentir tranquilidad y su capacidad de producir esas emociones lo que me estaba atando a ella. Por ahora seria egoísta, ella no podría saber jamás la clase de ser que soy.



-señorita Alice- busque mi voz para sacarme de mis fríos pensamientos-



-vamos Jasper, dime Alice, se que eres todo un caballero-



-Alice-



-así esta mejor, te explicare lo de los osos- sonreí seguramente había visto en una de sus visiones que preguntaba eso- tendremos que adentrarnos un poco hacia el norte, cruzaremos el bosque y cerca de un arrollo los encontraremos, son dos osos machos-se levanto con agilidad y volvió a extender la mano- vamos a cazar…



Como ya era de noche nos movimos con más facilidad y rapidez, sus movimientos eran bailes para mí y después de media hora me di cuenta que inconscientemente no dejaba de mirarla, ella solo seguía sonriendo pero nuestros ojos no se volvieron a encontrar en el camino. Seguimos así y tal como había dicho estaban unos osos cerca del arrollo, me detuve en seco y seguramente produje una mueca a causa del olor que producían los osos, no era muy apetecibles. Alice se acerco a mí, muy lentamente y me tomo la mano su tacto produjo un escalofrió en mí que me gusto.



-es que…-empecé a decir en forma de disculpas…



-lo sé-



-entonces porque no buscamos a un…-frene mis palabras al sentir como Alice negaba con la cabeza. Entonces me miro con dulzura.



-esta será nuestra vida de ahora en adelante, no humanos Jasper, no soporto ver el dolor que produzco cuando los cazo… esta será nuestra vida siempre y cuando quieras seguir conmigo y la familia Cullen- nuestra vida, su voz resonaba en mi cabeza. Soltó mi mano y su falta de contacto me hizo sentir incomodo, mi mano pertenecía a donde estuviera la de ella. Antes de correr me dedico una mirada, me estaba incitando a que la siguiera, pude ver sus intenciones iba a cazar al más pequeño de los osos un poco más cerca de nosotros, y con mucha rapidez clavo sus dientes en el pelaje del animal. La vi de reojo pues fui en busca de mi oso, el gran macho ya se había percatado que lo que estaba pasando moví mis piernas para hacerlas veloces y sin mucho pensarlo clave mis dientes en el, arrugue la cara ante el olor del animal pero su sangre caliente se deslizaba deliciosamente por mi garganta, sabía que no era nada comparada con el de un humano pero tenía tanto tiempo sediento que me supo a gloria. Después que bebí hasta la última gota de sangre del animal busque con la mirada Alice. Ella se encontraba arrodillada a un lado del cuerpo inerte del oso, con el destello de sus ojos fijos en la nada, tuve la extraña necesidad de tocarla pero me detuve cuando me miro.



-ven, cerca hay una cabaña donde nos cambiaremos, quiero que estemos presentable para los Cullen- dijo muy feliz.



-¿eso lo acabas de ver?, ¿es una visión?-



-aja, y la ropa nos quedara muy bien. Vamos hay que darnos prisa pronto amanecerá- reanudo su rápido correr y la seguí, no muy lejos para verla y no muy cerca. Quería respetar su espacio personal aun cuando me había dado a entender que no le molestaba que estuviera cerca de ella, tuve una punzada al querer tomarle la mano, pero nuevamente me detuve, lo que al principio de ayer había sido un agrado ahora se convertía en una necesidad casi física querer sentirla cerca.



Solo la seguí nadando en mis propios pensamiento sobre Alice, como ya casi se cumplirían 24 horas desde que estaba con ella, su tranquilidad, su felicidad me hacían sentir diferente, ajeno a mi pasado, su belleza me hacía sentirme inquieto, querer tocar su piel, oler su cabello de cerca, poder estar nuevamente bajo su mirada. La observaba cada poco tiempo sus labios empezaron a ser un imán para mis ojos y ella no se daba cuenta. Revisaba cada poco tiempo un cambio en sus emociones y todo seguía adorablemente igual.



Antes de que los rayos del sol pudieran tocar nuestra piel, llegamos a la cabaña que Alice había visto en su visión. El olor a humano era insoportablemente delicioso, me acerque para abrí la puerta sin mucho esfuerzo aunque estaba cerrado con llave y la abri para Alice.



-muchas gracias Jasper- me sonrió.



-de nada Alice- entonces sentí como mi rostro le sonreía… eso si fue una verdadera sorpresa para mí.



-tal y como lo vi, aunque debo decirte que me gusta más tu sonrisa ahora que la de mi visión-



Se sentí nervioso y tímido, ¿le había gustado mi sonrisa?, primera vez que me decían eso en casi un siglo de vida.



-ven, hay que vestirnos. Los dueños de la cabaña se fueron ayer a acampar y no regresaran hasta mañana al atardecer- conforme fui entrando pude ver la cabaña hermosa, había una chimenea, una cocina muy limpia y reluciente, y una puerta cerrada, lo cual debía de ser el dormitorio. Alice camino hacia el cuarto abrió la puerta y me hizo señas para que la siguiera.



Fue hasta el armario y saco un jean y un suéter negro con cuello alto.



-esto es para ti ¿te gusta verdad?- observe como la ropa era casi de mi talla.



-si, aunque se ve un poco ajustado-



-te quedara muy bien- y se mordió el labio, algo en ella cambio, sus emociones era otras, pero no pude definir exactamente lo que sintió…- cámbiate en el baño- y me indico otra puerta dentro de la habitación. Entonces entre y me desvestí lentamente, un rayo de sol proveniente de la ventana me mostro por el reflejo del espejo la gran cantidad de cicatrices que tenía en todo el cuerpo. No quería que Alice las viera, tendría que ocultar esa parte de ella. Sentía que la conocía desde hace tanto, como si una parte de mi siempre hubiese sabido que la encontraría algún día y ahora que estaba cerca de ella no quería alejarme nunca más, si, me repetí de nuevo, era todo producto de las emociones que emana… aunque estaba vez estaba menos seguro. Me puse el suéter y el pantalón.



-Alice- la llame para saber si ya estaba vestida.



-si Jasper, estoy lista- entonces la vi, tenía un jean ajustado y una camisa de tirantes rosada que se ajustaba a su delicada cintura, no pude evitar ver el valle de sus senos que se mostraban casi al descubierto por esa delicada tela que los cubrían, su piel se veía exquisita, blanca, suave, con una sonrisa , su mirada me decía que avanzara, el aroma de su piel al descubierto me decía que siguiera y siendo presa de mis instintos camine lentamente hacia ella, queriendo tocar su cintura. Me acerque lo más que pude a ella hasta que nuestros rostros solo estaban a pocos centímetros. Tenía tan cerca sus labios, tan rosados y su aliento tentándome a probarlos, la perfecta y delicada curva de su labio superior se movió, acortando la distancia entre los míos, ella tenía los ojos cerrados. Entonces pensé que seguramente me había visto besarla.



Levante mi mano para tocar suavemente su estrella cintura, la fina camisa de tirantes hacia que pudiera sentir como se erizaban sus poros, con mi otra mano me vi tentado a tocar sus perfecto rostro, puse mis labios lentamente en su frente y deposite un beso suave, suspiro al igual que yo. Baje mis labios hasta su mejilla y la bese de nuevo aunque esta vez un poco más deprisa, me quede con el camino más corto hacia sus labios. Atraje su pequeño cuerpo así mí, y nuestros labios se tocaron por primera vez, el sabor de ese beso fue tierno, ella movió sus labios para dejar que probara más y una ola de emociones se disparo en mí. Moví inconscientemente mi mano que estaba en su cintura y la acaricie casi con desespero mientras mis labios empezaban a dejar el ritmo lento de nuestro beso buscando su lengua. Su aliento, su sabor, mi calor era embriagante, ese beso que no vi venir desde mi instintos y había dominado todo mi ser. Quería probarla más, besarla más, nunca dejar de sentir su piel tan cerca de la mía… pero me detuve. Frene el beso con ternura y lentitud y ella abrió los ojos sorprendía, me miro fijamente, entonces di un paso hacia atrás.



-discúlpame Alice…- fue lo único que pude decir , la había incomodado, por eso sus ojos me miraban así. No quería que se marchara, que… realmente no entendía lo que quería.



Entonces se volteo para evitar que la viera, quise tocarla de nuevo, decirle mil veces más que lo sentía, pero las palabras no salían de mi boca, muy bajo con su voz de soprano rompió el silencio que había crecido como la distancia- ¿Jasper? Yo no había besado a nadie en mi vida, disculpa si el beso no fue satisfactorio-



-Alice…- ¿Cómo era posible que pensara eso? Me dejo sin habla su afirmación, tan dulce, tan ingenua, tan hermosa, tanta ternura en una sola mujer, era imposible que nadie la hubiera besado. Y me sentí tan feliz al chocar con el pensamiento del honor de que había sido el primero en probar el sabor de esos labios. Quería mostrarle lo equivocada que estaba, quería volver a besarla pero esta vez sin freno alguno. Pero ella era una dama, así que decidí expresarme con palabras - tus labios son lo más dulce que he probado… tu beso-suspire- nunca que un beso así… Alice me frene porque no quise asustarte, por favor ¿me puedes mirar un momento?-



Ella se volteo y me miro, si rostro mostraba un dejo de tristeza y yo pude sentirlo. Entonces decidí besarla de nuevo, sin más y aunque al principio ella estaba sorprendida me correspondió con tanta pasión como yo. Nuestros labios se besaron una y otra vez, sin ser capaz de alejarme de ella, acaricie toda la piel que pude, aun si propasarme. Cada extensión, cada centímetro, cada roce de nuestros labios era como volver a respirar… sentí que en el momento en que la bese yo era de ella y no había marcha atrás.

Kristen Stewart en la rueda de prensa en Berlin... Subtitulados

Stephen Moyer compara a Twiligh y, True Blood


Los Vampiros en la pantalla están de moda, pero no se puede comparar Twilight con True Blood, dice Stephen Moyer.Stephen Moyer, que interpreta al vampiro de 174-años de edad Bill Compton en la galardonada serie de HBO True Blood, reconoce que no se puede comparar las películas de Twilight Saga con su espectáculo.

“Eso es como comparar a Monterey Jack y Roquefort,” dijo. “Si mi hija de ocho años de edad, viene a mí cuando ella tenga 13 y dice: ‘Papá, ¿qué prefieres que vea, Crepúsculo o Black Sabbath?’ Y de estar atrapado entre los dos, probablemente me inclinaría por Crepúsculo. Me encanta Black Sabbath, pero eso puede esperar hasta que mi hija cumpla 16 años.


“Las películas de Crepúsculo llenan un nicho de mercado. En sus novelas Stephenie Meyer ha elegido un marco de vampiros similares para contar una historia acerca de la sexualidad floreciente. Lo interesante de nuestro programa es que la sexualidad ya ha florecido. Deseo a Twilight la mejor de las suertes, pero yo estoy muy feliz de estar haciendo True Blood “.


El actor británico, que está comprometido con su True Blood co-protagonista Anna Paquin, también habló sobre su relación en una entrevista con Playboy.


Él dijo: “Voy a tener 74.000 palabras para expresar una emoción porque temo herir los sentimientos de alguien. Anna lo hará en tres palabras. Pero confiar en los demás de forma implícita nunca hay nada que hace daño, sino que siempre viene de un lugar de amor.”


“No es como si la gente con la que he estado con anterioridad no hayan sido cariñosos, pero la confianza de Anna es casi pura, ante la cámara y cuando se apaga. Nunca he confiado en alguien como confío en Anna.”


“Durante la primera temporada de la serie que tenía que volver a Londres y regresar a Nueva York. Sentía como si una parte de mí me había sido quitada cuando Anna y yo estábamos separados. “




Fuente

Gil Birmingham y sus fotos del set de ECLIPSE

Kristen, Taylor y Rob hablan de la filmación de Breaking Dawn y como será la tristeza al despedirse

EW tuvo la oportunidad de entrevistar a los protagonistas de La Saga de Crepúsculo, es por eso que nos dan a conocer un pequeño adelanto de estas exclusivas preguntas con los actores.


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Durante ellas Kristen Stewart, Robert Pattinson y Taylor Lautner no sólo hablaron de Breaking Dawn (Amanecer), también platicaron sobre Renesmee y dan opiniones de como será el último día de filmación.





SPOILERS DE AMANECER






EW: Chicos están apunto de empezar la filmación de las dos películas de Breaking Dawn seguidas. Ustedes firmaron para la franquicia antes de que este libro fuerá escrito. Cuando lo leyeron pensarón, ¿Cómo se podrá convertir esto en película?




Kristen:
Sí, definitivamente. ¿Cómo se va a ver Renesmee? ¿Va a hacer esta pequeña bebé con dientes corriendo por todos lados? Va a hacer raro.

Robert: (Risas) "Pequeña bebè con dientes".

Stewart: Sí, pero creo que va a hacer genial. Uno de los objetivos de la Saga es llevar a Bella a un punto en que es lo sufientemente madura como para tomar una desición fuerte, y ella pasa por muchas cosas para llegar hasta ahí. En la cuarta, ella se convertirá en esposa. Ella también será madre. Se convertirá en adulta y en un vampiro. Al suceder esto tan joven, necesita ser creíble. Así que estoy muy emocionada en interpretar eso.







EW: Algunas personas leen Amanecer como si fuera muy prohivida y mormona, debido a que Bella decide tener a su bebé aunque sabe que su vida esta en peligro. ¿Algo de esto te molesto mientras leías el libro?



Stewart:
No, porque tiene sentido. Después de que Edward y ella durmieron juntos por primera vez, ella pensó "Oh, maldición, quisiera ser humana durante un poco más". Ese bebé es sólo una versión más intensa de eso.

Pattinson: Creo que la gente hace todas esas referencias mormonas sólo para que puedan publicar artículos respetables como el New York Times. Incluso Stephenie dijo que no quiere decir nada de eso. Esta basado en un sueño.





EW: Las películas de Breaking Dawn son las últimas de la saga. ¿Cómo se sienten sobre todo esto, sabiendo que se acerca a una conclusión muy próxima?



Stewart:
En terminos de filmación, están casi listos. Vamos a terminar de filmarlas en marzo.

Taylor Lautner: Será tan extraño, ese último día de filmación de la última película.

Stewart: También será triste. Ha sido una de las más locas, indulgentes experiencias como actor, el poder interpretar a este personaje por tanto tiempo.

Lautner: Creo que parar será muy raro.

Stewart: Se sentirá como un capítulo que ha sido cerrado.

Lautner: Un gran capítulo.

Stewart: Estaré como "Pero esperen, tambien está esta escena..."


Entrevista a David Slade, Wyck Godfrey y Melissa para "iesb.net"

Los cienastas nos hablaron con iesb.net sobre detalles de Eclipse, que escena tuvieron que eliminar, que habrá en el DVD de Eclipse y detalles de Braking Dawn.



Twilight-Saga-Eclipse



¿Como traes tu estilo a Eclipse?

David: Es ver la película en mi cabeza antes y salir a hacer eso, ser claro sobre ello y planearla, ver que es lo indicado para cada escena, para cada personaje, creo que lo más interesante de ver en el mundo es el rostro humano, por eso tiendo a hacer más tomas cerradas que otros directores.


Wick: cuando nos contó eso, dijo lo mismo, hacer esas tomas en escenas peligrosas, crea suspenso y ansiedad. Sientes que no sabes que es lo que pasa y en las escenas románticas te da ese sentimiento de intmidad.






Trabajaste con un elenco establecido, ¿como establecer las expectativas de cada personaje?

David: Nos reunimos de forma individual, uno por uno, cada quién me habló de su personaje, lo que pensaban de ellos. Nos reunimos una segunda vez para hablar del guión, luego una tercera y una cuarta. Para entonces, hablábamos de las ideas sobre los personajes en la historia y cuando nos reunimos para los ensayos, todos los actores, ya no hablábamos de los personajes si no del contenido de la historia.





¿Como fue trabajar con Stephanie Meyer?

Wyck: Melissa y ella trabajaron muy de cerca, sobre la línea del guión, para cuando grabamos ya estaba todo claro, si surgía algo, le marcábamos para preguntarle "¿este personaje haría algo así?" y ella respondía con toda naturalidad "no, nació en 1702", realmente ayudó a llenar los espacios en blanco de la película.

David: Tiene la historia de cada personaje, recuerdo que Melissa y yo le hablamos por teléfono sobre Riley y la cueva, porque no teníamos ni idea, así que ella nos dijo "bueno, es obvio, así es como sucediól...", de otra forma no habríamos sabido, ella conoce todo porque la historia está en su cabeza.



¿Qué es lo más importante de adaptar?

David: Teníamos tanto que contar que a la hora de cortar no sabíamos que hacer, la historia de Jasper es una película por sí sola, queríamos lo más importante, sin destruir la historia.

Wyck: Melissa es capaz de destilar el libro hasta sus características esenciales, así Stephanie le puede decir "ok, esto vas a necesitarlo" y después ver como podemos acomodarlo en otras escenas.





¿Como fue grabar las historias de Rosalie y Jasper?

David: Divertido, tener todas esas líneas del tiempo en una sola película es genial.

Wyck: Además podemos verlos como humanos.

David: Quería que la gente viera a Jasper como humano.





¿Algo especial para el DVD?

David: Las escenas eliminadas, la escena entre Bella y Angela es muy dulce, pero llega en un momento de la película donde está a punto de empezar la tercera parte y viene la acción y esto como que frena un poco la secuencia.

Wyck: Habrá los clásicos "detrás de escena", como hicimos las escenas
de acción, lo del CGI.




¿Cual es el reto de Breaking Dawn en dos películas?

Melissa: Tiene mucha mitología, muchos personajes, detalles, es cosa de elegir como mostrar eso. Muchas historias por contar, creo que si tiene material para una buena película, Stephanie hizo un trabajo enorme al hacer madurar a los personajes, Bella alcanza su máximo nivel como vampira, estoy emocionada por hacer eso.




¿Cual es el atractivo de la serie?

Melissa: Creo que es sobre el deseo, es el punto de vista de bella, todas las chicas se identifican con ella, hay fantasía, todos hemos tenido esas experiencias del primer amor.





¿Harías más películas sobre Alice o algún otro personaje, con la aprobación de Stephanie?

Melissa: claro, creo que eventualmente lo hará, leeré cualquier cosa que escriba, si la serie se expande, ahí estaré para escribir el guión.
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